BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

Comunicación móvil y sociedad, una perspectiva global

Manuel Castells
Mireia Fernández-Ardèvol
Jack Linchuan Qiu
Araba Sey

 

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CONCLUSIÓN: LA SOCIEDAD MÓVIL EN RED

Durante los primeros años del siglo XXI, los usuarios han transformado los usos de la comunicación inalámbrica a medida que las redes de comunicación se han difundido a nivel global. Inicialmente diseñados como aparatos de comunicación profesional dirigidos a un mercado de elite, los dispositivos móviles se han convertido en productos de consumo de masas, instalándose en las prácticas de comunicación de cientos de millones de personas en todo el mundo. Han pasado de ser una tecnología avanzada reservada a los países desarrollados, a convertirse en la tecnología ideal para que los países en vías de desarrollo reduzcan la brecha de la conectividad. Han pasado de ser un sustituto móvil para la comunicación de voz a evolucionar hasta convertirse en un sistema de comunicación multimodal, multimedia y portátil que está absorbiendo paulatinamente la mayoría de las funciones del teléfono fijo, hasta el punto que actualmente existen en el mundo más teléfonos móviles que fijos y la brecha entre ambas tecnologías no hace más que aumentar.

Los jóvenes se han convertido en la punta de lanza de la difusión de la tecnología de comunicación móvil en los países desarrollados, y han inventado, creado y adaptado nuevos usos comunicativos. Las empresas del sector que se han mostrado receptivas a las iniciativas de los jóvenes usuarios han transformado su innovación espontánea en nuevas tecnologías, nuevos productos y nuevos modelos empresariales, en un círculo virtuoso de interacción entre consumidores activos y empresas receptivas. Cuando las empresas no han sido capaces de responder a esta cultura en movimiento de usuarios de móvil, la competencia los ha superado o, como en el caso de EE.UU., la expansión del mercado ha sido mucho más limitada en comparación con otros países de un nivel económico similar.

La cultura joven ha encontrado en el teléfono móvil un instrumento adecuado para expresar la necesidad de «autonomía segura», conectividad ubicua y redes autogestionadas de prácticas sociales compartidas. Desde este núcleo de usuarios jóvenes y desde el mundo profesional, que fue el primero en adoptar esta tecnología, la comunicación móvil ha penetrado en todas las actividades y experiencias de la sociedad. Como los primeros usuarios son los encargados de dar forma a la tecnología, la cultura juvenil y la profesional han modelado las formas y contenidos de la comunicación inalámbrica.

En los países en desarrollo, como hemos indicado en el capítulo 8, las comunidades y los individuos se han adaptado a las limitaciones impuestas por la escasez de infraestructuras y los niveles de ingresos reducidos usando una amplia gama de estrategias que han abierto nuevos caminos tecnológicos, nuevos modelos de negocio y nuevas regulaciones: desde las comunidades Wi-Fi hasta el teléfono móvil público, pasando por los sistemas móviles de recarga de baterías en las zonas sin corriente eléctrica. La comunicación inalámbrica se ha convertido en el centro de las prácticas comunicativas de muchas personas. En consecuencia, han aparecido prácticas sociales, valores y modelos de organización a partir de la interacción entre la comunicación móvil y la sociedad.

Este libro pretendía identificar estos modelos emergentes. Los datos que hemos recopilado y analizado pueden resumirse mediante una serie de tendencias sociales que, en conjunto, señalan a la formación de redes omnipresentes de comunicación móvil como el elemento clave que explica la estructura social más amplia del mundo actual: la sociedad en red. No repetiremos aquí las observaciones empíricas y los comentarios analíticos que ya hemos presentado. En lugar de eso, nos centraremos en lo que parecen ser los principales procesos sociales resultantes de la observación llevada a cabo en una serie de contextos culturales e institucionales. Estas tendencias interactúan unas con otras, de modo que mostrarlas de forma secuencial nos haría caer en una presentación excesivamente esquemática para unos procesos de gran complejidad. De todos modos, en aras de la simplicidad, presentaremos de forma separada cada una de estas tendencias antes de pasar a analizar las relaciones que se establecen entre ellas.

En términos generales, este estudio verifica de nuevo que la tecnología no determina la sociedad, sino que es la propia sociedad la que lo hace, y sólo se puede entender en términos sociales como práctica social. Esto significa que son las personas y las organizaciones quienes modelan y modifican los usos de la comunicación inalámbrica en función de sus intereses, valores, hábitos y proyectos.

Pero, al mismo tiempo, las características específicas de la tecnología, en este caso la comunicación móvil digital basada en la microelectrónica, permite, refuerza e innova el territorio y los contenidos de la comunicación mediante la extensión del dominio de lo posible.

Como la comunicación es un proceso fundamental de la actividad humana, la modificación de los procesos comunicativos mediante la interacción de la estructura social, la práctica social y una nueva gama de tecnologías de la comunicación comporta, de hecho, una profunda transformación social.

Como hemos afirmado anteriormente, muchas de las tendencias consideradas importantes en la transformación de las prácticas comunicativas se han observado sobre todo entre los jóvenes usuarios de las comunicaciones inalámbricas. Sin embargo, creemos que esto no se debe únicamente a la relación existente entre la cultura juvenil y la lógica de la comunicación inalámbrica, sino que también es el reflejo de la más rápida aceptación y mayor capacidad de las jóvenes generaciones para adoptar, adaptar, usar e innovar con las nuevas tecnologías de la comunicación. De ahí que al usarlas mejor, más a menudo y más velozmente, pongan de manifiesto de forma más rápida sus usos potenciales. La cultura juvenil es un elemento crucial de la innovación cultural y tecnológica, sin entrar a considerar los contenidos de la misma.

Gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación, la cultura juvenil crea tendencias de comportamiento que influyen en las personas de todas las edades. Aun más, ya que todas las sociedades esperan que la joven generación sea su futuro, existen muchas probabilidades de que traslade a sus años de madurez los hábitos y prácticas que hemos observado, o al menos una versión modificada de sus actuales modelos de conducta. Por tanto, podemos considerar a los jóvenes de hoy como los precursores de la sociedad móvil en red, aunque somos conscientes que el contexto del grupo de edad modificará su comportamiento en el futuro. En suma, al observar las actuales prácticas de comunicación móvil entre los jóvenes, estamos echando un vistazo hacia el futuro, aunque con cierta distorsión provocada por el sesgo de edad, sin tener que aventurarnos en el incierto terreno de la sociedad por venir.

Tras todas estas advertencias, a continuación analizaremos las tendencias más destacadas y empíricas en la práctica de la comunicación realzada y facilitada por la tecnología de la comunicación digital e inalámbrica. Hemos iniciado este libro sugiriendo algunas cuestiones clave sobre las implicaciones sociales de la comunicación móvil. Tras revisar la evidencia disponible, a continuación ofrecemos algunas respuestas.


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